El tejado a dos aguas en la arquitectura moderna: un clásico que sigue vigente
El tejado a dos aguas se utiliza con éxito en la construcción desde la época de la arquitectura clásica de las civilizaciones griegas y romanas. También es el primero que pintan por instinto los niños cuando dibujan su casa, un ejemplo de que lo simple y eficaz perdura en el tiempo.
Por eso, la arquitectura contemporánea sigue empleando el tejado a dos aguas, aunque frecuentemente con algunas pequeñas modificaciones materiales y estilísticas para adaptarlo a los nuevos tiempos.
Cada vez es más habitual encontrar estudios de arquitectura que emplean este modelo de cubierta inclinada en sus proyectos de viviendas modernas, por ejemplo, en el diseño de bloques uniformes y minimalistas.
La creciente importancia de la fachada ventilada ha llevado a la búsqueda de un afán de continuidad entre la fachada y la cubierta, para lo que se han ideado soluciones estilísticas que dibujan sencillez en los edificios sin perder en muchas ocasiones ni un ápice de estilo, utilidad y modernidad.
¿Qué características y elementos tienen este tipo de cubiertas? Aquí te detallamos algunas:
- Diseños simples y funcionales: los elementos constructivos sin una utilidad concreta quedan descartados. Los diseñadores huyen de decoraciones y ornamentos, trazando bocetos minimalistas con abundancia de líneas rectas.
- Adaptable y fácil de construir: la simplicidad hace que la cubierta a dos aguas se adapte a cualquier tipo y tamaño de edificio, con unos requisitos técnicos para la construcción que son fáciles de alcanzar.
- Cubierta sin aleros o cornisas: cubierta y fachada forman un todo, sin elementos de ruptura entre ambas, para ofrecer una sensación de continuidad, algo que se acentúa en muchas ocasiones con la instalación del mismo material en todo el conjunto.
- Mismo material en fachada y cubierta: en la búsqueda de la armonía entre los distintos componentes del edificio, es una solución a la que se recurre cada vez más por su sencillez y potencia estética. El resultado es muy vistoso.
- Materiales naturales y sostenibles: arquitectura y sostenibilidad están más unidos que nunca, por lo que priman elementos respetuosos con el medio ambiente y con el entorno en el que se encuadra el edificio.
- Combinación de espacios: en la integración del entorno también se intenta difuminar la distancia entre dentro y fuera de la casa. El jardín que rodea el inmueble es un elemento más, a la vez que las estancias interiores también se proyectan hacia afuera.
- Amplios ventanales: Para que las habitaciones conecten con el exterior, el uso de grandes ventanas es clave. Por un lado, se crean agradables vistas hacia el entorno y, por otro, se facilita la entrada de luz natural al edificio.
- Simetría: el tejado a dos aguas es perfecto para crear casas perfectamente simétricas, pero no hay nada ninguna regla escrita.
- Canalones ocultos: los canalones clásicos son sustituidos por otros que permanecen ocultos a primera vista, en otro toque de minimalismo, aunque su función es la misma: desalojar el agua.
Como ya explicamos en nuestro blog, el tejado a dos aguas es uno de los múltiples tipos de cubierta. La utilización de la pizarra en el proyecto produce resultados como el de esta Passivhouse en Asturias, la casa de verano danesa Treldehuset o Villa-P.