Por qué deberías sustituir tu tejado de amianto

El amianto, también conocido como asbesto, es un término que agrupa a un grupo de materiales fibrosos que se ha empleado en varios sectores, entre ellos la construcción, hasta su eliminación en muchos países por motivos de salud. Actualmente está prohibido en 67 países, incluidos desde el año 2005 todos los de la Unión Europea.

En España también es conocido por el nombre de una empresa comercializadora, Uralita, que empleaba el amianto para reforzar el fibrocemento de las cubiertas de los edificios. Este material adquirió una gran popularidad en los años 70 y 80, cuando muchas ciudades españolas tuvieron que construir rápido y barato para cubrir las demandas de una rápida urbanización.

Los efectos nocivos del asbesto sobre la salud humana son conocidos desde hace tiempo. Por ejemplo, Plinio el Viejo ya advirtió hace 20 siglos en Roma de una extraña enfermedad que afectaba a los esclavos que tejían ropa de este material.

Sin embargo, tardó mucho más tiempo en acreditarse el verdadero peligro que suponen para la salud las fibras de amianto, que producen varias enfermedades graves. El principal problema es que los síntomas aparecen muy a largo plazo.

Tras el ataque del 11-S, las Torres Gemelas liberaron sobre Manhattan una enorme polvareda formada por materiales entre los que se encontraba el amianto. Según la cifra publicada por la revista ‘Newsweek’, desde los atentados más de 400.00 personas se han visto afectadas por enfermedades derivadas. Lidiar con el amianto no es ninguna broma.

En la imagen: cubierta renovada con pizarra natural (izquierda), tejado antiguo  con amianto (derecha).

En España está prohibido fabricar y comercializar amianto desde diciembre de 2002, pero esta normativa no afecta a las cubiertas que ya estaban instaladas antes de esa fecha, por lo que a día de hoy sigue habiendo asbesto en algunos tejados.

La resolución aprobada por el Parlamento Europeo en 2013 señala que “todos los tipos de amianto resultan peligrosos y su efecto perjudicial se ha documentado y reglamentado”, por lo que pide a los Estados miembros “que avancen en el proceso de eliminación gradual del amianto en el menor plazo posible”.

¿Cómo reconocer el amianto en el tejado?

No resulta sencillo saber si un tejado tiene amianto o no. Además, aunque la mayoría de las placas de uralita contenían amianto, no es así en todos los casos. No obstante, estos son algunos pasos que podemos seguir para detectar paneles de amianto:

• Comprobar la fecha de instalación: Como comentamos anteriormente, la prohibición a este material entró en vigor en el año 2002. Todos los tejados anteriores a esta fecha son susceptibles de contener amianto, al ser uno de los componentes más empleados en el fibrocemento.
• Revisar la documentación de instalación: Si aún la conservamos, en ella es probable que figuren los materiales empleados en la obra y podremos salir de dudas.
• Examinar si en la uralita aparecen las siglas «NT»: Estas dos letras responden al término “nueva tecnología” y quiere decir que la cubierta está exenta de amianto y es segura. Aunque su uso no es muy extendido, este tipo de uralita que se comenzó a fabricar después de la prohibición, está libre de amianto.
• Contactar con un profesional: Existen empresas especializadas en retirada de amianto que pueden realizar una toma de muestras y análisis de laboratorio para determinar si las estructuras que forman parte del tejado contienen amianto. Este es, sin duda, el método más fiable para determinar si nuestro tejado es seguro.

Alternativas naturales

La fibra de amianto se libera al final de su vida útil, como mucho unos 30 años, aunque el deterioro estético y de prestaciones de las cubiertas que llevan este componente es evidente mucho antes. Debido a sus características, una vez llegados a este punto no cabe la opción de repararlo, por lo que debe ser sustituido.

El otro momento peligroso es la manipulación del material. Por este motivo, si quieres retirar una cubierta de este tipo debes contactar con una empresa profesional que esté inscrita en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) de tu comunidad autónoma.

Una vez realizado el desamiantado es hora de elegir el nuevo material de la cubierta. La mejor alternativa es un producto natural como la pizarra, que no sufre ningún proceso químico ni ningún tratamiento adicional desde su extracción en las canteras hasta que se instala en la vivienda.

Al contrario que otras alternativas artificiales para las cubiertas, la pizarra natural no contiene ninguna sustancia nociva para la salud ya que es un material inerte. Por mucho tiempo que pase, tampoco desprende elementos dañinos para los habitantes que viven bajo tejados de pizarra.

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La pizarra natural es la alternativa sostenible ideal para cualquier proyecto de renovación de tejados. Además de sus magníficas propiedades técnicas, garantiza una apariencia inimitable que se mantiene inalterable durante una vida útil de hasta 100 años, ahorrando costosas reparaciones y reformas.

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