“La pizarra natural no contiene amianto. Es geológicamente imposible”
Desde hace un tiempo, cada vez escucho con más frecuencia preguntas sobre si las pizarras naturales para cubierta contienen amianto. Hay dos maneras de responder a esta preocupación: la corta y la larga.
Primero, la respuesta corta:
La pizarra natural no contiene amianto. Es mineralógica, química y geológicamente imposible.
En la imagen: una cubierta renovada con pizarra natural (izquierda), y una cubierta antigua con amianto (derecha).
Ahora, la respuesta larga:
Como sabéis, la pizarra para cubiertas se forma a partir de arcilla. Estas arcillas son el resultado de la erosión y desgaste de las rocas, solo los minerales más resistentes pueden sobrevivir a este ciclo. Nuestro material inicial, la arcilla, está compuesto principalmente de cuarzo, mica y algo de clorita, que son minerales duros, opacos y comunes. Este tipo de sedimentos también se llaman sedimentos pelíticos, del griego pelos (arcilla). Una vez que esta arcilla queda enterrada dentro de la Tierra, comienza su transformación en pizarra, debido al lento efecto de las fuerzas tectónicas, que causan un aumento en la temperatura y la presión.
Esta transformación implica la disolución de algunos de los minerales originales y la formación de nuevos. Estos nuevos minerales son mayormente una recristalización y reorganización de los antiguos, por lo que la roca resultante (pizarra) también tiene minerales opacos, fuertes y duros: cuarzo, mica y clorita. Si se aplicaran más presión, tiempo y temperatura, la evolución mineral continuaría, y aparecerían otros nuevos. Esto crea una roca con una característica exfoliación que puede dividirse y usarse como material para cubiertas… ya sabes, la vieja historia que hemos discutido antes en otros artículos sobre los orígenes de la pizarra para cubiertas.
Por otro lado, los minerales de amianto necesitan ingredientes diferentes. El amianto solo se forma a partir de rocas básicas y ultrabásicas, que son rocas con un contenido muy bajo de cuarzo. No es posible crear amianto a partir de un sedimento pelítico, de la misma manera que es imposible hacer un pastel de manzana con un filete. No hay mucho más que decir. Pero, ¿cuál es el problema con el amianto? El amianto es el nombre de un grupo de minerales fibrosos, como el crisotilo (amianto blanco), la amosita (amianto marrón) o la crocidolita (amianto azul), entre otros.
Estos materiales son flexibles y pueden resistir altas temperaturas, lo que les otorga muchas aplicaciones industriales. El amianto ha sido utilizado por la humanidad desde tiempos prehistóricos. Sin embargo, a principios del siglo XX, estudios científicos descubrieron la toxicidad de estos minerales. Esto no impidió su uso en nuevas aplicaciones industriales durante el siglo XX. Se podía encontrar amianto en muchos objetos, desde mantas, frenos de automóviles, hasta copos de nieve artificiales usados en la decoración navideña.
Uno de los campos en los que se usó mucho el amianto fue en la construcción. Aislantes, paredes, pinturas, lo que sea. Las propiedades del amianto eran atractivas y útiles para la construcción. Sin embargo, el problema de salud pública creció exponencialmente, y para finales del siglo XX, el uso del amianto fue prohibido en la mayoría de los países.
Aún existen muchos edificios construidos durante el siglo pasado con proporciones importantes de amianto en sus materiales. Esto es un problema, porque la salud de las personas que utilizan estos edificios está en peligro, pero remover y sustituir el amianto puede ser incluso peor. Después del infame ataque del 11 de septiembre, las torres del World Trade Center liberaron una cantidad ingente de amianto, lo que puso en riesgo la vida de los trabajadores de emergencia. Tratar con amianto no es ninguna broma.
Es comprensible por qué algunos contratistas son muy cautelosos al retirar cualquier cubierta instalada el siglo pasado.
El papel de alquitrán de asfalto, las tejas de fibra mineral y de fibrocemento son buenos candidatos para tener amianto en su composición y necesitan un procedimiento especial para su eliminación.
No es el caso de la pizarra natural; ya que su composición no es compatible con el amianto. Puede suceder que otras partes de la cubierta contengan amianto en su composición, pero nunca la pizarra natural. Es imposible.
Sin embargo, existe cierta confusión con esto. Es normal encontrar “expertos” en internet advirtiendo sobre los peligros del amianto en la pizarra. Dicen que el amianto puede liberarse cuando la pizarra se rompe. Esto es un verdadero disparate. Además (y esto es más serio), algunos trabajos científicos utilizan erróneamente el término “pizarra para cubiertas” para referirse a otros materiales que sí contienen amianto. En los últimos años, he leído artículos de investigadores médicos que estudian la prevalencia de cáncer relacionado con materiales de cubierta en Corea, los cuales llaman erróneamente “pizarras para cubierta”.
Estos médicos y doctores podrán saber mucho sobre su campo, pero están usando la palabra incorrecta. Tenlo en cuenta y no te confundas: la pizarra natural para cubierta no contiene amianto.
¿Por qué las características de la pizarra natural son insuperables? Hemos publicado una comparativa de materiales donde puedes ver las innegables ventajas de la pizarra natural.
