Filita vs pizarra: diferencias y características
Desde hace unos cuantos años se habla cada vez más de la filita como una especie de pizarra para cubiertas tipo Premium, con mejores características técnicas y estéticas que las de las pizarras tradicionales, y mucho más exclusiva, ya que solo existen unos pocos yacimientos en el mundo. La filita está adquiriendo cada vez más prestigio, pero ¿es este prestigio merecido, estamos realmente frente a una roca con mejores características?
Primero vamos a ver que es una filita. El mismo nombre ya nos da una pista sobre su naturaleza. Filita hace referencia a un grupo de minerales, los filosilicatos, muy abundantes en la corteza terrestre que como su propio nombre indica tienen forma plana, de hoja (filo en griego). Además de los filosilicatos, tiene otros minerales en su composición: cuarzo, feldespato, y a veces pequeñas cantidades de sulfuros de hierro y carbonatos.
Al igual que la pizarra, es también una roca metamórfica, resultado de los cambios químicos y mineralógicos lentamente desarrollados a lo largo de millones de años en el seno de la Tierra. Una forma rápida e intuitiva de entender los procesos metamórficos es pensar en ellos como si fueran un enorme horno, llamémoslo el “horno de la naturaleza”, donde la presión y temperatura actúan sobre las rocas.
Serie metamórfica de las “pizarras para cubiertas”, desde metalutitas, con menor grado, hasta micaesquistos, con mayor grado. Las rocas que mejor resultado dan son las pizarras y las filitas.
El ingrediente que hay que introducir en este horno para obtener pizarras para cubiertas son arcillas. Después de un tiempo, las arcillas se han transformado y lo que tenemos son pizarras. Si esperamos un poquito más, lo que obtendremos serán filitas. Un poco más y lo que tendremos serán mica-esquistos, un tipo de roca que solo se puede usar como pizarras para cubiertas ocasionalmente, pero de eso hablaremos otro día.
Sí pues, pizarras y filitas tienen propiedades comunes, solo se diferencian por el mayor grado metamórfico de las filitas. Sin embargo, este pequeño incremento en el metamorfismo hace que filita y pizarra sean distintas. La primera diferencia es la mayor cristalinidad de la filita. El mayor grado metamórfico ha hecho que los minerales que se crean durante este proceso estén más desarrollados y tengan mayor tamaño. Por ello, la superficie de la filita es más brillante que la de la pizarra, mostrando unas pequeñas escamas cristalinas características.
Una consecuencia de esta mayor cristalinidad es la menor porosidad, lo que se traduce en una absorción de agua menor que la de la pizarra, ya de por si baja. Los valores aproximados de absorción de agua son de 0.2% para la filita, y de 0.4% para la pizarra.
Desde el punto de vista mecánico, la filita es más frágil que la pizarra, debido precisamente a esa mayor cristalinidad. La resistencia a la flexión de la filita tiene unos valores aproximados de 50 MPa, frente a los 60 MPa que suele tener la pizarra. Aun así, estos valores cumplen de sobra los mínimos requeridos en pizarras para cubiertas.
Hasta aquí las diferencias. El resto de propiedades constructivas de la filita son similares a las de la pizarra: alta fisibilidad, gracias a la cual se pueden fabricar las placas finas y regulares que se usan en las cubiertas, densidad en torno a los 2,7 gr/cm3, impermeabilidad, resistencia al fuego, y, sobre todo, durabilidad. Ambas rocas tienen valores similares, llegando a varios cientos de años en condiciones ideales, y superando con creces los cincuenta años en condiciones normales.
Imagen de la izquierda: textura típica de una pizarra, de grano fino y homogéneo. Imagen de la derecha: textura de una filita, donde se pueden ver las escamas superficiales resultado del mayor grado metamórfico.
Entonces, ¿es mejor la filita que la pizarra como material para cubiertas? Bajo mi punto de vista, ambas rocas son similares en lo que se refiere a las prestaciones. Las diferencias en las propiedades físicas y constructivas son pequeñas, y no suponen ni ventaja ni desventaja para ninguna de ellas.
El aspecto estético ya es otra cosa, aquí sí que hay diferencias apreciables. Por norma general, la filita es más brillante que la mayoría de las variedades de pizarra. Este brillo está muy influido por la dirección de la hebra o hilo de la roca, coincidente con la longitud de la losa, lo que hace que, dependiendo del ángulo de incidencia de la luz, el aspecto varíe.
Este efecto es también perceptible en otras variedades de pizarra, y es una característica estética muy apreciada por algunos arquitectos. Sin embargo, no hay que olvidar que lo que hace buena o mala a una roca no es la roca en sí, si no el uso que se le dé. Es por ello muy importante seguir las recomendaciones de los expertos, y, sobre todo, trabajar con empresas fiables y con un buen servicio postventa.