¿Cómo se instala una cubierta de pizarra natural?
La colocación de la pizarra se realiza solapando unas piezas con otras de manera que estas se cubren parcialmente entre sí. Mediante esta técnica se consigue una perfecta estanqueidad e impermeabilización del tejado.
Video de instalación
En el siguiente vídeo, te mostramos el proceso de instalación de una cubierta de pizarra natural marcando con guías verticales y horizontales la línea de colocación sobre los rastreles de madera.
Las tres partes de la pizarra
El fundamento principal para la colocación de la pizarra es la disposición de las distintas piezas en filas horizontales. De este modo se superponen y así las juntas entre pizarras quedan alternadas entre cada fila. La finalidad es que una pizarra haga de tapajuntas de las otras dos, que están colocadas en la fila inferior.
De acuerdo con esto, en cada una de las pizarras de una cubierta podríamos distinguir tres partes:
- Parte vista (PV) = Es la zona de la pizarra totalmente expuesta a la intemperie. Recibe el agua de lluvia directamente y la que fluye de las pizarras superiores.
- Parte semioculta (PS) = Es la zona intermedia de la pizarra y sobre ella se superpone la parte vista de las pizarras superiores. No recibe el agua de lluvia directamente, salvo por la unión de las dos pizarras de la fila superior, pero resulta en parte mojada por efecto de la capilaridad.
- Solape o recubrimiento (S) = Es la zona superior de la pizarra y sobre ella se superponen siempre tres piezas: la parte semioculta de las dos pizarras inmediatamente superiores y la parte vista de la pizarra que se superpone a éstas. Ello hace que resulte totalmente oculta y no reciba nunca el agua directamente.
- Altura (A) = Es el alto de la pieza de la pizarra.
Cálculo del solape y tamaño de la pizarra
El diseño de una cubierta o tejado de pizarra está condicionado por una serie de factores interrelacionados. Normalmente los factores implicados y su orden de actuación suele ser el siguiente:
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Situación geográfica
La pluviometría, régimen de vientos, altitud, influencia de accidentes geográficos próximos o la posición de la edificación, son los datos que darán lugar al primero de los factores, el cual será determinante para decidir la pendiente de la cubierta.
Pendiente o inclinación de la cubierta
Su valor no influye solamente en la decisión sobre los elementos de seguridad y sujeción, sino que es fundamental para conseguir la impermeabilidad y el dato definitivo para el cálculo del solape entre las filas de pizarra.
Solape o recubrimiento entre pizarras
Como ya comentamos, es la zona de la pizarra que queda totalmente oculta. Sobre la misma se superponen las dos filas de pizarras inmediatamente superiores. Su valor determina la elección de los elementos de sujeción, la distancia entre apoyos y como explicaremos más adelante el tamaño de la pizarra.
A menor pendiente se requiere un solape mayor y viceversa.
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Tamaño de la pizarra
Existe una regla, suficientemente experimentada, que determina que ninguna pizarra de cubierta debe medir en su parte vista más de la mitad de lo que mide su anchura o lado base. Conociendo la medida del solape y determinando la medida de la parte vista que se desee, se puede calcular la altura de la pizarra mediante la fórmula:
A= 2 PV + S
Siendo: A, altura de la pizarra. PV, altura de la parte vista. S, medida del solape.
En este mismo sentido puede decirse que la norma frecuentemente seguida de asignar como medida del solape un tercio de la altura de la pizarra obedece al mismo principio. De ahí que en muchos de los tamaños standard la altura es 1,5 veces la anchura de la pizarra.
Sujeción de la pizarra
Las pizarras se colocan de forma que los biseles tallados en sus bordes queden vueltos hacia el exterior.
A la hora de instalar una cubierta de pizarra natural, disponemos de dos métodos de fijación de las pizarras: con clavos de cabeza ancha y plana o con ganchos metálicos.
Fijación con clavos
Se pueden emplear clavos de hierro, hierro galvanizado, acero y cobre, de cabeza ancha y plana.
Para hacer una instalación con clavos, primero hay que colocar la pizarra sobre los rastreles y marcar el punto de corte necesario para adaptarla al espacio correspondiente de la cubierta. Se agujerea la pieza manual o mecánicamente por la parte exterior, a unos 20 ó 25 mm de su borde.
A continuación, se fija la pizarra al rastrel con los clavos elegidos para su instalación. Su principal ventaja es que el clavo es invisible, al quedar situado bajo las piezas de pizarra.
El resultado es un tejado limpio y que se adapta a cualquier diseño arquitectónico.
Fijación con ganchos
El método tradicional para fijar la pizarra natural a la cubierta son los ganchos de acero inoxidable, de gran resistencia y dureza. El gancho más aconsejable es el de acero inoxidable, aunque también existen de hierro galvanizado, duraluminio, cobre y latón.
Es importante que en su parte exterior vista (A) el gancho tenga 20 mm. como mínimo; su longitud (B) tiene que corresponderse exactamente con la del solape de la pizarra a fijar y su espigón de clavado (C) será como mínimo de 25 mm., dependiendo del grosor de la pizarra.
Como comentamos anteriormente, las pizarras se colocan en líneas horizontales con los bordes juntos. A continuación, se coloca otra fila sobre la primera, desplazada horizontalmente media pizarra y dejando fuera del solape la parte vista de la inferior. Así sucesivamente, hasta conseguir una cubierta de tres capas que garantiza una perfecta impermeabilización.
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