Antonio José Lara: ‘Un edificio verde debe aspirar a ser como un árbol, a mejorar el entorno en el que se implanta’
El Edificio Impulso Verde de Lugo ganó nuestro concurso ‘Best of the Best’ al mejor proyecto del año 2021 con pizarra natural. Antonio José Lara Bocanegra, arquitecto e investigador en la Universidad Politécnica de Madrid, desvela los secretos del proyecto y explica algunas claves de la edificación sostenible.
CUPA PIZARRAS – ¿Qué significa y qué importancia tiene para vosotros este premio?
Antonio José Lara Bocanegra – El diseño y ejecución del Edificio Impulso Verde se enmarca dentro de un proyecto europeo llamado Life Lugo+Biodinámico, en el que participamos las Universidades de Santiago de Compostela y Politécnica de Madrid, cuyo objetivo general es desarrollar y poner en práctica estrategias para la adaptación al cambio climático en la ciudad de Lugo, pero replicables en otras ciudades europeas de tamaño medio. El Edificio Impulso Verde es una de las actuaciones más visibles de dicho proyecto. Con él se pretende demostrar que es posible una construcción sostenible y tecnológica realizada con materiales naturales locales.
Contar con este reconocimiento de carácter internacional es un orgullo para todo el equipo técnico de ambas universidades ya que contribuye a dar visibilidad al proyecto, pone de manifiesto que el trabajo desarrollado es apreciado por la ciudadanía, y supone al mismo tiempo un importante reconocimiento al esfuerzo realizado.
CP – El propio proyecto se llama Edificio Impulso Verde, pero ¿qué es un edificio verde?
AJLB – No existe una definición consensuada de edificio verde, pero en general suele utilizarse como sinónimo de edificio sostenible. En la actualidad existen varios procedimientos para evaluar la sostenibilidad de las edificaciones, como los propuestos por las certificaciones GBCe, Leed o Bream.
Para nosotros, desde un punto de vista conceptual y amplio, un edificio verde debe aspirar a ser como un árbol, es decir, a mejorar el entorno en el que se implanta. No solo debe ser neutro en carbono y con residuo cero, sino que también son primordiales otros aspectos como la calidad del agua, del aire, la biodiversidad y el bienestar de los usuarios. Aún estamos lejos de alcanzar este ideal, pero no debemos dejar de perseguirlo. La investigación es fundamental en este sentido.
CP – ¿Qué características hacen que este edificio de Lugo sea tan especial?
AJLB – Uno de los aspectos más interesante es, precisamente, que forma parte de un proyecto europeo contra el cambio climático fruto de una intensa colaboración entre la administración pública, en este caso el Concello de Lugo, y la Universidad. Este es un modelo poco habitual y que debería ponerse en práctica más a menudo, ya que permite recorrer caminos que de otro modo resultaría imposible. Los organismos públicos tienen la responsabilidad de señalar la senda a seguir mediante actuaciones demostrativas como la llevada a cabo con este edificio.
Desde un punto de vista constructivo, Impulso Verde trata de poner en valor la construcción con materiales naturales de proximidad, apostando decididamente por la construcción tecnológica con madera. Tanto la estructura del edificio, como las particiones y la estructura de fachada están realizadas con madera local.
Impulso Verde es el primer edificio público de la comunidad construido íntegramente con madera gallega. Creo que esto supone un hito importante en la construcción de la ciudad de Lugo y apunta un cambio en el modo de diseñar y construir nuestras ciudades. Como arquitectos podemos proyectar fomentando la economía local y la bioeconomía.
CP – ¿Por qué se eligió la pizarra natural para la fachada del Edificio Impulso Verde?
AJLB – Como decía, en el edificio hemos tratado de poner en valor la construcción con materiales naturales de proximidad. Esto permite, además de promover la bioeconomía local, conectar directamente con el paisaje y la tradición. Desde un punto de vista conceptual, nos parecía muy importante esta consideración y una piel de pizarra ofrecía la solución perfecta en este sentido. Además, desde un punto de vista estético, la pizarra encajaba perfectamente con el concepto volumétrico del edificio, ya que ofrece tonalidades muy diferentes según la incidencia de la luz.
Desde el punto de vista tecnológico, un aspecto primordial a la hora de decantarnos por la pizarra ha sido su durabilidad y su bajo o nulo mantenimiento, lo cual es muy deseable en un edificio municipal. Por otra parte, la pizarra también permite realizar fachadas ventiladas ligeras construidas en seco, ofreciendo una solución técnica muy acorde con la construcción en madera.
CP – ¿Qué característica de la pizarra hace que sea adecuada para este tipo de construcciones sostenibles?
AJLB – Como material, la pizarra natural tiene muy baja huella de carbono y una excelente durabilidad. Su montaje en seco permite además un fácil desmontaje al final de la vida útil del edificio y la recuperación total del material para su reutilización. Como sistema, al formar parte de una fachada ventilada, mejora considerablemente las prestaciones de la misma desde una óptica de eficiencia energética. En nuestro caso, la cercanía del recurso ha sido crucial, ya que permite disminuir significativamente la huella de carbono debida al transporte.
CP – ¿Qué propiedades debe tener un material para poder encajar en el concepto de arquitectura y construcción sostenible?
AJLB – Nosotros valoramos especialmente que sean, en la medida de lo posible, materiales de origen natural y de proximidad, con baja energía incorporada y libre de sustancias químicas nocivas, como es el caso de los productos de madera y la pizarra natural. Los materiales procedentes de recursos renovables como la madera son nuestra primera opción, pero los materiales naturales reutilizables y reciclables como la pizarra suponen también una buena alternativa, especialmente cuando se valoran otras consideraciones como la durabilidad en el exterior y el mantenimiento.
También resulta de especial interés la posibilidad de disponer de ecoetiquetados de los materiales, como la Declaración Ambiental de Producto, ya que es uno de los criterios objetivos valorables en los procesos de certificación ambiental de la edificación.
CP – A la hora de diseñar un edificio los arquitectos tienen muy en cuenta aspectos como la sostenibilidad y la huella ambiental, ¿crees que para el usuario final esto es también importante o se fijan más en otras cosas como el precio?
AJLB – Los usuarios finales son cada vez más conscientes y exigentes con las cuestiones relativas al medio ambiente, por lo que son capaces de asumir un mayor coste económico para adquirir un producto más respetuoso con el mismo.
En este sentido, las administraciones públicas están jugando un papel muy importante. Es cierto que el precio de adquisición es siempre una variable determinante, pero a la hora de tomar decisiones habría que poder valorar también otros aspectos como el mantenimiento, el consumo, el valor al final de la vida útil, la huella ambiental, y los relacionados con la igualdad social. Ya se están realizando importantes avances en esta dirección, pero aún nos queda un largo camino que recorrer.
El equipo encargado de la concepción del Edificio Impulso Verde de Lugo visitó nuestras canteras como parte del premio. ¿Crees que puedes ser el ganador de este año? Consulta las condiciones para participar, ¡es muy fácil!