La pizarra natural es resistente al fuego: todos los estudios demuestran que no arde
¿Arde la pizarra? Para cualquiera que trabaje con esta roca, esta pregunta es fácil de responder, incluso parece un poco tonta. Es evidente que la pizarra no arde, de hecho, hace años no era raro que en las zonas de tradición pizarrera empleasen este material como plancha para cocinar, calentándola por debajo con fuego.
Sin embargo, la actual normativa de construcción requiere que los elementos que se emplean tengan muy bien definido su comportamiento con respecto al fuego. Todos tenemos en mente los grandes incendios que arrasan pueblos enteros en la Costa Oeste de Estados Unidos cada verano, o el incendio del edificio Grenfell en Londres en 2017.
Las condiciones climáticas extremas que se esperan en los años venideros auguran un incremento de este tipo de desastres. No es de extrañar que la tendencia de la normativa sea exigir materiales resistentes al fuego, como la piedra natural, frente a otros materiales, como la madera, que arden con facilidad.
La pizarra es una roca compuesta de cuarzo, mica y clorita. Estos minerales no entran en combustión con el incremento de temperatura, no arden, aunque que sí que llega un punto en el que pasan a estado líquido, se funden.
El cuarzo tiene una temperatura de fusión superior a los 1600 °C (2900 °F), mientras que la mica y la clorita se funden a temperaturas de entre 1000 y 1400 °C (1800 – 2500 °F). Para que nos hagamos una idea, la lava que emiten los volcanes suele estar entre los 850 y 1200 °C (1560 – 2200 °F).
En un incendio doméstico, la temperatura que se puede alcanzar ronda los 800 °C (1470 °F). En estas condiciones, la pizarra que forma parte del edificio no llega a fundirse, aunque si sufre agrietamientos y roturas debido a los grandes cambios térmicos.
Esta es la teoría, pero en la práctica nunca se había realizado un estudio científico sobre el comportamiento y resistencia de la pizarra frente al fuego. La Asociación Nacional de la Pizarra (NSA, National Slate Association) de Estados Unidos encargó en 2010 un estudio sobre el efecto del fuego en pizarra, en el cual se expuso de forma directa una cubierta experimental de pizarra al fuego. Los resultados no reportan ningún tipo de combustión o fundido en la pizarra.
Sin embargo, en este experimento no se midió la temperatura alcanzada por la pizarra, teniendo además una duración inferior a una hora. Tampoco se describe el estado final de las pizarras ni su grado de alteración.
La empresa sueca Nordskiffer encargó su propio test, cuyos resultados no son públicos, similar al de la NSA, pero esta vez empleando distintos tipos de pizarras. Como era de esperar, durante la realización de este test las pizarras tampoco ardieron.
Estos tests están hechos inspirándose en la normativa aplicable a productos de construcción, y sus resultados son útiles para demostrar lo evidente, que la pizarra no arde, pero sin embargo tienen una serie de carencias que podrían jugar en su contra en el caso de una hipotética demanda legal. El tiempo de exposición al fuego es inferior al de un incendio, así como las temperaturas. Además, al no ser trabajos científicos, no entran a explicar los cambios estructurales y mineralógicos que ocurren en las pizarras.
Con estos antecedentes era evidente la necesidad de un trabajo científico que complementara los informes que había hasta la fecha y dejase cerrada la cuestión. Durante mi estancia en la Universidad de Gante, Bélgica, empecé a trabajar en este asunto, que acabé estando ya en la Universidad de Oviedo, España.
El trabajo, titulado Fire resistance of roofing slates: Mechanical, mineralogical and aesthetic changes alongside temperature increase (Resistencia al fuego de pizarras para cubiertas: cambios mecánicos, mineralógicos y estéticos durante el incremento de temperatura) analiza el comportamiento de diversos tipos de pizarras (metalutita de Brasil, pizarra de La Baña y pizarra italiana, metacuarcita de Alta (Noruega), filita de Lugo y cinerita de Burlington, UK) expuestas a un rango de temperaturas de hasta 900 °C (1952 °F) durante varios días.
Los resultados muestran una oxidación generalizada por efecto del calor, así como una disminución de la resistencia a la flexión, pero en ningún caso las pizarras ensayadas ardieron, se fundieron o emitieron sustancias peligrosas. La pizarra para cubiertas es segura en este sentido, sin discusión.
Estos resultados han sido publicados en la prestigiosa revista Construction and Building Materials, una de las más importantes en su campo, y constituyen un argumento sólido e indiscutible sobre la resistencia al fuego de las pizarras.
Ya no puede haber dudas sobre la incombustibilidad de las pizarras, la ciencia lo ha demostrado.
El artículo original se puede encontrar en este enlace.
La resistencia al fuego no es la única cualidad sobresaliente de la pizarra. En esta comparativa de materiales puedes comprobar cómo las prestaciones de este material superan a todos sus competidores.