Arquitectura

El ‘estilo Haussmann’ o cómo fue concebido el París moderno

Antes de ser la ciudad de la luz, del amor y de la moda, la capital francesa era un revoltijo de calles medievales, mal iluminadas y poco salubres. A mediados del siglo XIX, Napoleón III encargó a Gorges Eugène Haussmann la renovación que acabó alumbrando el París moderno.

Avenida de la Opera en Paris Haussmann

Los amplios bulevares con estilosos inmuebles de cinco o seis pisos se convirtieron en la quintaesencia de lo parisino. Los materiales nobles que incorporó esta revolución, como las cubiertas de pizarra y las fachadas de piedra, siguen siendo a día de hoy la seña de identidad de París.

Sin embargo, el proceso no fue tan sencillo. Miles de personas vivían hacinadas en el centro de París, en unas condiciones que eran terreno abonado para la aparición de pandemias: cólera, tifus y otras enfermedades.

La reforma Haussmaniana derribó cerca de 20.000 viviendas y en su lugar se levantaron grandes avenidas. Uno de los principales objetivos de este cambio fue el enfoque higienista: las nuevas viviendas tenían agua corriente y sistemas de alcantarillado modernos.

Estos bulevares pronto se llenaron de la alta burguesía parisina y alumbraron estampas tan reconocibles como las doce avenidas que desembocan en el Arco del Triunfo.

Haussmann París arco del triunfo y torre Eiffel

Además de esta modernización, la introducción de grandes avenidas evitaba la formación de barricadas, algo bastante habitual en el convulso siglo XIX, ya que permitía el ágil movimiento de cañones y tropas para someter cualquier elemento revolucionario.

Arquitectura ‘haussmaniana’ y pizarra natural

La base de la arquitectura que Gorges Eugène Haussmann diseñó para París se basa en la uniformidad. Ninguno de los bloques de pisos podía superar las seis alturas, una característica que crea un efecto placentero al paseante.

La piedra blanca de la fachada y los elementos ornamentales que adornan balcones y terrazas confieren a estos edificios un aire distinguido. La planta baja, comúnmente llamada ‘mezzanine’ solía albergar distinguidos comercios y los pisos superiores se reservaban para viviendas.

cúpula del Bnp de Paris Haussmann

El último piso guarda otro de los elementos clave de los nuevos edificios: las mansardas y cúpulas de pizarra natural que complementan perfectamente el color claro de la piedra de las fachadas.

Las vistas aéreas de tejados grises son un elemento inseparable de la ciudad de París. De hecho, el saber hacer de los instaladores parisinos ha estado nominado varias veces para acceder al listado de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.

idea iconOtro ilustre personaje francés inventó la mansarda. ¿Sabes quién fue? En este artículo viajamos al pasado para ver los orígenes de esta elegante cubierta.