La pizarra natural es el único material de cubierta que aumenta su resistencia con el paso del tiempo
¿Hay algo más resistente que una roca? Seguramente no. Según los ensayos realizados en laboratorio, la pizarra natural aumenta su resistencia mecánica hasta un 0,8% con el paso del tiempo, mientras que otros materiales como la cerámica pierden de media un 4,2%.
Para reproducir el paso del tiempo, se han realizado test estandarizados (en el caso de la pizarra siguiendo la norma UNE EN12326-2:2012) en los que se ha sometido a los materiales analizados a un envejecimiento con ciclos de hielo-deshielo, para reproducir las condiciones ambientales de lugares fríos.
La cubierta es el principal elemento de defensa de una vivienda contra las inclemencias del clima y una buena elección del material ahorra muchos problemas. Cuando llegan las heladas, el agua que penetra en los materiales se puede congelar, creando roturas y acortando su vida útil.
Para ver cómo afecta esto a los materiales de cubierta (pizarra, cerámica, hormigón y fibrocemento), se ha analizado su resistencia a la flexión antes y después de 600 ciclos hielo-deshielo.
El resultado es que la pizarra natural aumenta un 0,8% su resistencia mecánica, es decir, su capacidad de aguantar una fuerza aplicada sin romperse. Mientras, el hormigón pierde un 13% de resistencia, el fibrocemento un 12% y la cerámica un 4,2%.
Lluvia e insonorización
Aunque a todos nos gusta ver llover desde la comodidad de nuestro hogar, el ruido del agua cayendo sobre la cubierta puede llegar a resultar molesto. Dejando a un lado la estructura y la impermeabilización, no todos los materiales de cubierta ofrecen el mismo aislamiento acústico.
Para medirlo, también se han recreado las condiciones en un laboratorio, sobre una cubierta con 31 grados de inclinación y aplicando una lluvia de 40mm/h.
En estas condiciones, bajo una cubierta de pizarra natural se escuchan 41 decibelios, mientras que con el resto de materiales analizados se superaron esos niveles: zinc 52 dB, acero y aluminio ambos 57dB.
Por comparar este nivel de ruido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 45dB es el límite recomendado para que el tráfico nocturno no moleste en los hogares.
En las viviendas españolas, la Ley 37/2003 (del Ruido), establece el límite máximo permisible emitido por fuentes fijas de 55dB entre las 6:00 y las 22:00 horas y de 50 dB en horario nocturno. No obstante, estos son criterios básicos que luego las autoridades locales pueden adaptar.
Este artículo desarrolla parte de una comparativa de materiales más amplia en la que también analizamos otras características como el color, el brillo o la vida útil.