¿Cómo limpiar una cubierta de pizarra?
Una cubierta de pizarra bien instalada puede mantenerse sin ningún problema durante décadas, incluso siglos. La pizarra es una roca de grano fino, densa, compacta y duradera, pero, sobre todo, es un producto natural, lo que la hace única.
Cada placa es singular, ligeramente distinta al resto, tiene su propio carácter. Además, al ser una roca natural, la pizarra está viva, se integra y acomoda a su medio ambiente.
Sin embargo, como en cualquier otro material expuesto al exterior, a veces se pueden producir acumulaciones de polvo atmosférico, crecimientos vegetales, o incluso cambios cromáticos. Las acumulaciones de polvo y los crecimientos vegetales son relativamente sencillos de limpiar, ya que responden muy bien a métodos mecánicos.
Un limpiador de agua a presión debería bastar en la mayoría de los casos, aunque antes de empezar a limpiar de esta forma hay que tener en cuenta dos cosas.
La primera, mucho cuidado al andar por la cubierta. Una cubierta de pizarra no está diseñada para desplazarse por ella, solo un profesional cualificado (un colocador de pizarra) sabe cómo hacerlo sin dañar la estructura ni ponerse a sí mismo en peligro.
La segunda, es fundamental no aplicar nunca el agua a presión de abajo arriba, ya que así solo conseguiríamos introducirla bajo la cubierta, junto con la suciedad que queremos eliminar. Estos dos consejos parecen sencillos y evidentes, pero no siempre se tienen en cuenta.
Antes de lanzarse a limpiar la cubierta es recomendable pensar en las precauciones que hemos de tomar. Pero cuidado, la limpieza de estos crecimientos vegetales no asegura que no vuelvan a producirse. De hecho, favorece su reaparición. Los líquenes, hongos y musgos se fijan al sustrato, en este caso pizarra, mediante unas raíces microscópicas llamadas hifas. Estas hifas penetran uno o dos milímetros en la pizarra, agujereándola.
Cuando se eliminan los crecimientos vegetales, este agujereado microscópico queda al descubierto, lo que supone una superficie mucho más fácil de colonizar para nuevos crecimientos, ya que tienen mucha más superficie. Así que, en cualquier caso, la limpieza de la cubierta es solo una solución temporal.
Las alteraciones cromáticas son mucho menos frecuentes. Estas alteraciones se deben a reacciones de estabilización de algunos de los minerales que puede haber en la pizarra (sulfuros de hierro o carbonatos), que bajo determinadas condiciones medioambientales pueden transformarse, creando pátinas de alteración.
Estas pátinas se forman sobre la superficie como una piel o costra protectora, protegiendo la roca. Es muy raro que afecten a la integridad de la pizarra, solo implican un cambio cromático, nunca me cansaré de repetirlo. Su aparición no implica deterioro, solo adaptación a las condiciones atmosféricas.
Sin embargo, a veces es necesario eliminar este tipo de alteraciones. Yo personalmente no lo recomiendo, ya que sería retirar la protección que se ha formado sobre la roca. Además, este tipo de alteraciones, como son producidas por factores medioambientales (contaminación atmosférica y emisiones urbanas fundamentalmente), la causa no se va a eliminar nunca, lo que ocasionará que se vuelvan a reproducir.
Si aún así se quiere actuar sobre ellas, lo recomendable es cepillar con un producto ligeramente ácido, siguiendo las mismas recomendaciones que para las acumulaciones de polvo y crecimientos vegetales. En el mercado hay muchos productos de este tipo, pero hay que tener cuidado con ellos, ya que pueden afectar a las partes metálicas de la cubierta, favoreciendo su oxidación.
A lo largo de los años, he podido comprobar la efectividad de estos productos en el laboratorio. Para conseguir un resultado aceptable sin comprometer otras partes de la cubierta hay que frotar con un cepillo, y luego aclarar abundantemente.
Si se aplica y deja actuar durante más de una hora hay serio peligro de que se produzcan oxidaciones y alteraciones químicas en el resto de la cubierta. Su poder limpiador es similar para todos ellos, no así su precio, que puede llegar a ser importante.
Guiándome por mi experiencia personal, el mejor producto que he encontrado para limpiar la cubierta, y que ha satisfecho todas mis expectativas ha sido el ácido acético. Barato, y seguro, tiene al menos la misma eficacia que el resto de productos. Es además muy fácil de conseguir, ya que se encuentra en prácticamente cualquier lado bajo su nombre común, vinagre.
Sí, querido lector, el vinagre tiene un carácter ligeramente ácido que permite limpiar la pizarra. No hay ninguna recomendación especial referente a su uso (salvo no beberlo) y funciona perfectamente.
En resumen, la respuesta a la pregunta que encabeza este post, ¿cómo limpiar una cubierta de pizarra?, es con cuidado, un cepillo grueso y vinagre. Así de sencillo. Pero ten en cuenta que, al cabo de unos años, es muy probable que la cubierta vuelva a alterarse.
