La localidad de Monein (Francia) juega un papel fundamental en la agenda cultural de la comunidad de Lacq-Orthez gracias a sus 5.000 habitantes. Este proyecto de mediateca, ideado en 2011 e impulsado finalmente en 2016, se alza en el corazón de la población como un símbolo: el deseo de poner la cultura en el centro.
Mezcla de tradición y vanguardia
La mediateca está situada en la plaza Henri Lacabanne, en el enclave donde se encontraba la antigua Maison du Laü. Este edificio fue adquirido por el Ayuntamiento, que abrió un concurso público para arquitectos en 2016 con la idea de renovarlo.
“Nosotros fuimos los únicos que propusimos conservar en parte el antiguo cobertizo, lo que seguramente hizo que destacase el proyecto”, explica Claire Furlan, miembro de la agencia OECO Arquitectos. “Nos parecía imprescindible encontrar una coherencia histórica con el pueblo y las casas bearnesas que rodean la plaza”, asegura.
La nueva mediateca ha sido concebida como una extensión de la plaza pública. Una amplia cristalera deja ver las actividades en el interior y resalta el cobertizo situado al fondo de la parcela con su característico arco de entrada.
Combinación de materiales
La parte arquitectónica aúna diferentes materiales y combina perfectamente tradición y modernidad. Se ha conservado el cobertizo en piedra, al que se han añadido aperturas con marcos de hormigón y un armazón de madera. Un volumen contemporáneo envuelve el edificio antiguo con una estructura metálica y de hormigón, coronada por un armazón de madera y una cubierta de pizarra.
“Este material nos permitía ser coherentes con el entorno. Además, es importante para nosotros poner en valor el saber hacer y la lógica local para conseguir una construcción integral”, reconoce la arquitecta.
Una pizarra oscura cubre la mediateca y combina perfectamente con la fachada. “La empresa nos aconsejó sobre el formato y la calidad de los materiales”, confiesa Claire Furlan. La empresa Da Silva et Cie llevó a cabo los trabajos de carpintería y tejado. En total, se emplearon más de 13.000 pizarras sujetas con gancho sobre una estructura de metal y madera. Y todo en apenas 3 meses de obras.
Un repertorio original
Abierta a los ciudadanos de Monein desde principios de año, los 550 metros cuadrados de esta nueva mediateca están completamente adaptados a las necesidades actuales: es un lugar de acceso al saber y a la cultura, pero también un espacio ciudadano y de sociabilidad.
“Queríamos hacer visibles las actividades que se desarrollan en el interior del edificio para animar a la gente a entrar y participar. De esta manera, la cristalera de la fachada principal actúa como nexo de unión entre las dos mitades y realza la sala de consulta que se encuentra envuelta en madera y bajo la cubierta de pizarra”, explica la arquitecta.
La gastronomía constituye el núcleo temático del equipamiento. Una cocina ocupa la planta calle para delicia de las personas que participan en los cursillos o a las asociaciones locales que promueven el patrimonio culinario regional, como los vinos de Jurançon y el queso de Ossau-Iraty.
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