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Renacimiento de Azay: un proyecto excepcional

Château d'Azay-le-Rideau foto nocturna

Construido en una isla de Indre en el siglo XVI el castillo de Azay-le-Rideau ilustra la sutil alianza de las tradiciones constructivas francesas y los acabados renacentistas italianos.

UN PROYECTO COMPLETO

Durante cuatro años la operación “Renacimiento de Azay“, dirigida por el Centro Nacional de Monumentos, se centró en los tres ejes principales del monumento: la arquitectura, los jardines y las colecciones.

Fue necesaria una inversión superior a los 8 millones de euros para completar la restauración y puesta en valor del Château. El responsable del proyecto mostró desde un principio su deseo de respetar al máximo los materiales y acabados originales. Los trabajos contaron con la supervisión de Arnaud de Saint-Jouan, Arquitecto Jefe de Monumentos Históricos.

restauración del tejado del Château d'Azay-le-Rideau

RECUPERAR EL ADN DE LA PIEDRA

El tejado sufría importantes fugas y las pizarras originales provenían de las canteras francesas en Angers, cerradas desde 2012. El Centre des Monuments Nationaux inició entonces un estudio petrográfico para comparar las cualidades mecánicas, colorimétricas y fisicoquímicas de los materiales disponibles en el mercado con el fin de acercarse lo más posible a la pizarra original. Las pizarras de la cantera No. 4 Armadilla de Cupa Pizarras obtuvieron los mejores resultados durante este proceso de análisis.

Este icónico proyecto marca el comienzo de la gama “Monument historique“: pizarras cuidadosamente seleccionadas calibradas a mano para grandes proyectos de restauración.

Château d'Azay-le-Rideau Centre des Monuments Nationaux

UNA IMPLEMENTACIÓN CUIDADOSA

Aproximadamente 112.000 pizarras de 5 mm de grosor fueron colocadas por las compañías de cubierta Adheneo (que ahora es Couvertures de Loire) y Hériau. El gerente de la empresa Pierrick Cherel explica:

Este proyecto demostró ser excepcional en varios aspectos, especialmente en términos de logística. Las condiciones de trabajo, en un sitio ocupado y bajo un enorme ‘paraguas’, requería suministros controlados y protocolos especiales para limitar las emisiones de ruido y polvo.

El equipo de 4 a 5 techadores respetó la técnica tradicional: fijación con clavo, colocación con piezas de anchura variable y solape decreciente, un know-how dominado por las empresas de restauración del patrimonio. Todo se ha hecho en el sitio: entablado, agujeros y colocación. Las tareas de restauración de este complejo tejado de 1.838 m2, compuesto por grandes torreones cónicos y tragaluces, duraron más de un año. Esta operación también dio como resultado el descubrimiento de chapas de cumbreras de plomo pintado , una característica poco común que se ha protegido.

La estructura del tejado, del siglo XVI, se ha consolidado y ahora soporta las 75 toneladas de pizarras necesarias para proteger el monumento de la infiltración.

operación Renacimiento de Azay